Cómo gestionar los pensamientos y emociones que surgen en la mente: claves desde la inteligencia emocional
Nuestra mente es un espacio vivo, cambiante y lleno de actividad. Cada día aparecen en ella cientos de pensamientos, emociones y sensaciones. Algunos agradables, otros incómodos, y muchos simplemente automáticos. Pero ¿qué hacemos con todo eso? ¿Podemos realmente gestionar lo que aparece en nuestra mente?
Los fenómenos mentales: pensamientos, emociones y sensaciones
Los pensamientos al igual que las emociones vienen y van, no piden permiso. Los pensamientos pueden ser racionales, absurdos o repetitivos. Y las sensaciones corporales nos hablan incluso cuando no somos consciente de ellas.
Todo esto son fenómenos mentales: actividades del sistema mente-cuerpo que no podemos controlar del todo, pero sí aprender a gestionar.
No puedes controlar lo que aparece, pero sí cómo gestionarlo
Intentar controlar lo que pensamos o sentimos es como intentar detener las olas del mar con las manos. No estamos diseñados para eso; no es realista. Pero sí podemos aprender a surfear esas olas, observándolas, cogiendo la información necesaria, pero sin dejarnos arrastrar.
Cuando entendemos e interiorizamos que no somos lo que pensamos ni lo que sentimos, damos un paso fundamental hacia el equilibrio emocional.
🔑 Claves para gestionar lo que surge en tu mente
- Observar sin juicio: en lugar de reaccionar al instante, date un segundo para mirar lo que estás sintiendo o pensando como si fueras un observador externo.
- Respirar y volver al cuerpo: la respiración consciente es una gran aliada para no quedarnos atrapados en la mente.
- Expresar lo que sientes: poner palabras como “me siento inquieto” o “estoy triste” ayuda a calmar el sistema nervioso.
- Redirigir la atención: elegir conscientemente hacia dónde dirigir tu foco —una acción, un recuerdo amable, una sensación física— es un acto de libertad interna.
Conclusión
Los fenómenos que aparecen en la mente no se puede controlar del todo, pero sí cultivar un Sana Gestión. Gestionar los fenómenos mentales no es reprimirlos ni ignorarlos, sino aprender a relacionarnos con ellos desde la conciencia, la calma y la comprensión.
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